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Canción de hielo y fuego y la Guerra de las Dos Rosas
Todos conocemos la serie de HBO Juego de Tronos inspirada en la saga de libros titulada Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin. Sus seguidores ya sabemos que el autor se basó en la famosa Guerra de las Dos Rosas para escribir su libro, algo que ha explicado en repetidas ocasiones. Pero, ¿qué fue la Guerra de las Dos Rosas? ¿Cuándo ocurrió? ¿Por qué? Todas estas preguntas y las posibles similitudes entre la realidad y la ficción serán tratadas en las próximas entradas del blog. Esta en concreto será una pequeña introducción a los hechos. Por eso, aunque la historia real no encaje perfectamente con la ficticia, avisamos que podría haber posibles spoilers.
Como pequeña introducción, la Guerra de las Dos Rosas tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XV en Inglaterra. La lucha, protagonizada por dos casas -los Lancaster y los York-, ambas descendientes de la dinastía Plantagenet, dio lugar a años de inestabilidad en el gobierno del reino. Como podemos imaginar, las casas Lannister y Stark están inspiradas en estas dos casas. La guerra real terminó con la desaparición definitiva de todo descendiente de la casa Plantagenet y dejó paso a una nueva dinastía, los Tudor –cada uno que saque sus propias conclusiones-. Todo este período está caracterizado por una serie de intrigas, traiciones e intereses por parte de los grandes magnates del momento, ¿os suena de algo? ¡Así que empecemos a hablar del juego de tronos de verdad!
Introducción
La Guerra de las Dos Rosas ocurre durante el reinado de Enrique IV, de la casa Lancaster, un monarca que llegó al trono siendo apenas un niño de un año. Puesto que soy muy consciente de la cantidad de nombres que aparecerán os dejo por ahora un esquema que he encontrado donde está toda la familia Plantagenet junto con los York y los Lancaster, hasta la dinastía Tudor. También intentaré ir haciendo pequeños esquemas para hacer que la explicación sea lo más clara posible.
Primera parte del reinado de Enrique VI (1422-1450)
Como antecedentes hablaremos de la primera parte del reinado de Enrique VI. Para poder situarlo en el tiempo os dejo aquí al lado un esquema con la sucesión al trono de los diferentes monarcas. Los años que aparecen junto a ellos son los años que gobernaron en el reino.
Para entender este período vamos a presentar tres de los personajes principales. Por un lado tenemos a Humphrey de Gloucester (Duque de Gloucester) y su hermano mayor, John, Duque de Bedford. Por otro lado, encontramos a Enrique de Beaufort, obispo de Winchester, canciller del reino y futuro cardenal.
Enrique VI, como hemos dicho, llegó al trono siendo un niño de apenas un año, hecho que provocó un enfrentamiento a raíz de la elección del protector del reino, que podemos ver como “la mano del rey” en Juego de Tronos. El duque de Gloucester ya había actuado como guardián del reino durante la ausencia de Enrique V. Por ello, se afirmó como protector del reino de pleno derecho. Pero su hermano, duque de Bedford, también se declaró legítimo protector puesto que era el siguiente en la línea sucesoria al trono. Para poder hacer un pacto, utilizaron los precedentes de 1377, cuando se inició la minoría de edad de Ricardo II, llegando al acuerdo de que Bedford sería el protector siempre y cuando estuviera en el reino, y durante sus ausencias debería ser Gloucester (KEEN, 1975: 409-410).
Desgraciadamente, Enrique Beaufort siempre se posicionó contra las ambiciones de Gloucester. Ambos querían aprovechar la minoría de edad para imponer su voluntad en el reino. Bedford intentó reconciliarlos, aunque tuvo poco éxito. Fueron convencidos para aceptar un arbitraje por parte de un comité de pares que decretó que debían hacer las paces por el bien del reino. Así, mientras Bedford se encontraba en el país había tranquilidad en el reino y para mantenerla decidió llevarse Beaufort con él cuando tuvo que ausentarse (KEEN, 1975: 415).
Unos años después, en 1431, Enrique VI marchó a Francia para ser coronado, con lo que Gloucester pasó a ser regente, no sólo protector del reino. Aquí empezaron a formarse los bandos. Gloucester decidió aumentarse el suelo a 5.000 marcos al año, a pesar de la oposición del canciller Kemp, quien fue reemplazado por el obispo Stafford. Lo mismó ocurrió con el tesorero Lord Hungerford, substituido por Lord Scrope (KEEN, 1975: 416-417).
Bedford no volvió a Inglaterra hasta 1433, y sustituyó a Scrope por Lord Cromwell, y al mayordomo Sir Robert Babthorpe por Suffolk (KEEN, 1975: 417).Se rogó a Bedford que no volviera a ir a Francia y se quedara en el reino puesto que aportaba estabilidad política entre las dos facciones que se habían creado. Pero no fue capaz de permanecer en Inglaterra, el 1 de julio marchó por última vez y murió en septiembre de 1435. Cerca de un año después, la minoría de edad de Enrique llegó a su fin (KEEN, 1975: 418).
En relación a la guerra con Francia, apareció la necesidad de llegar a algún tipo de acuerdo con los franceses, posición compartida por Beaufort y Suffolk. Sin embargo, Gloucester se convirtió en el delantero de la acción militar. Era el aristócrata más destacado de los que habían luchado en las campañas de Enrique V. Así comenzó a desarrollarse una relación entre Gloucester y el joven Ricardo de York, quien fue teniente en Normandía y contaba con seguidores como John Popham, Andrew Ogard, Nicholas William Molyneux y Oldhall (KEEN, 1975: 423).
Con la mayoría de edad de Enrique en 1437, se nombró un nuevo consejo con una composición idéntica a los años anteriores. Los hombres del rey fueron Stafford, el obispo Ayscough, el conde de Suffolk y Adam Moleyns. John Beaufort, conde de Somerset, y su hermano Dorset, se asociaron con Suffolk (KEEN, 1975: 426-427).
Gloucester, en 1440, vio que tenía más opciones de ganar poder oponiéndose a todos ellos que intentando colaborar con ellos, y probablemente York estuviera en la misma posición que él (KEEN, 1975: 427).
En abril de 1445, Enrique se casó con Margaret de Anjou. Sin embargo, las finanzas públicas del período de 1436-1445 fueron en deterioro. Era muy complicado encontrar una solución debido a la pesada carga de los honorarios y pagas asignadas a la Corona (KEEN, 1975: 428-429). No se hizo nada que prometiera una mejoría en la gobernabilidad ni se logró ninguna solución para el deterioro de las finanzas. La desilusión y la desconfianza se propagaron por el país como consecuencia de la falta de logros (KEEN, 1975: 430-431).
Los esfuerzos de Suffolk para evitar la ola de indignación pública que siguió a la decisión de cesión de Maine a los franceses no sirvió. Por el contrario, después de la muerte de Gloucester en confinamiento al ser arrestado en Bury en 1447, lo etiquetaron como el asesino del “buen duque”. Los errores de cálculo de Suffolk acabaron con el desastre militar de 1449-1450 por el cual se perdió Normandía para siempre (KEEN, 1975: 432).
El 7 de febrero de 1450 el Parlamento inglés acusó a Suffolk de ser responsable de la liberación del Duque de Orleans, de la rendición de Maine, de la pérdida de Normandía y de la enajenación de antiguos aliados de la Corona, como Bretaña y Armagnac. Asimismo, se le acusó de usar su influencia para obtener subvenciones de la Corona (KEEN, 1975: 432).
Finalmente, Suffolk fue ejecutado en un barco que se dirigía hacia Francia y Adam Moleyns, otro de los hombres del rey, fue linchado por una turba de soldados descontentos en Portsmouth (KEEN, 1975: 433)
Así llegamos al comienzo de la primavera, cuando se produjeron una serie de disturbios en el condado de Kent que darían inicio a la Guerra de las dos rosas.
Por ahora lo dejaremos aquí. La siguiente entrada estará dedicada a la Guerra y el choque de reyes.
Bibliografía
KEEN, M.H. England in the Later Middle Ages. London: Methuen & Co LTD, 1975.